Dominga, la sirvienta, la madre y yo (1)
Pues eso, Dominga, la sirvienta, la madre y yo, parte primera.
Queridos lectores: aquí estoy, escribiendo frente al ordenador, solo en casa, cerca de la estufa y con un bonito pijama. No soy escritor ni lo pretendo, la naturaleza me ha dotado de algunos atributos, pero no el de la imaginación, así que lo que voy a contaros es totalmente real Todo empezó por las matemáticas y termina con esta chica que se llama, qué se yo, Dominga, por ejemplo, llevándose mi CD de Al Green de mi casa, hace ya algún tiempo, dejándome de regalo, bajo la almohada, con un corazón dib...