Mi amigo casado del gym

No pretendía romper su matrimonio pero el deseo fue más fuerte

Nunca se puede decir de este agua no beberé. A veces la vida te sorprende cuestionando lo que siempre has defendido, haciendo lo que dijiste que nunca harías y convirtiendote en lo que antes odiabas.

Empiezo por presentarme. Me llamo Andrea, tengo 26 años, vivo en una ciudad mediana y el tiempo de mi día a día lo reparto entre mis estudios de postgrado, mi trabajo en una clínica de estética y también dedico bastante tiempo al cuidado de mi cuerpo, un par de horas diarias de gimnasio, depilación, crema...