No fue un día de gimnasio cualquiera

Un martes de gimnasio en el que cambiaron las cosas.

Como todos los martes, termine de trabajar y me prepare para ir al gimnasio. Antes de la pandemia siempre me preparaba el bolso con todo lo necesario para cambiarme y ducharme allí, pero desde hace un año, voy directamente vestido desde casa y vuelvo a ducharme, intentando no pisar los vestuarios a menos que sea imprescindible, siempre me visto con unas mallas negras finas que tengo, me resultan mucho más cómodas para poder hacer estiramientos y correr en la cinta. Hasta hace no mucho, solía ponerme unos bo...