Sin marcha atrás Epílogo
Nuestra protagonista nos cuenta lo que pasó después del final de su historia y cómo es su vida al día de hoy.
Decir que mi llegada a casa fue de maravilla sería una mentira. Creí que podría acceder a mi cuarto sin que mi mamá me viera para poder “arreglar” un poco mi apariencia, pero apenas abrí la puerta pude ver que ella ya me estaba esperando. Increíblemente, me fue peor por el olor a cigarro que por estar vestida de mujer. Ella apenas me vio me jaló del cabello y comenzó a gritarme.
-¡¿Qué chingados haces?! ¡Mira nada más como vienes! O sea que ese “trabajo” que ibas a hacer no existía, fuiste a vestirte...