El tío de la criatura

Una profesora comienza a trabajar en un colegio nuevo, y, por lo visto, acaba recibiendo una lección.

Cristina resopló. Llevaba menos de una semana sustituyendo una baja en aquel colegio, aún no se sabía los nombres de los alumnos, y para colmo, había faltado la tutora de la clase de 3 años y le tocaba ir con ellos de excursión. ‘Pero ¡si son diminutos!’, pensó. ‘¿Cómo quieren que me haga cargo de 25 larvitas de humano que ni siquiera saben hablar bien durante una mañana entera?’. De lo malo, no iría sola… Micaela, la auxiliar del colegio, iría con ella. Y menos mal. Esa mujer valía un valer, parecía que te...

5. ¡Vacaciones sorpresa!

Aprovechando que tengo vacaciones en el trabajo, Jorge decide darme una sorpresa. O una tras otra. ¿Sabéis de esas veces en las que las acciones de alguien no se corresponden con la impresión que tienes de él? Pues eso.

El día siguiente a aquella experiencia fue horrible. Jorge se fue y yo me quedé con la peor resaca de mi vida: temblores, náuseas y unos dolores musculares que me impedían moverme lo más mínimo. Aun así, había merecido la pena, razoné.

Marta, mi compañera de piso y de trabajo, llegó a casa el lunes un par de horas antes de nuestra hora de entrada.

“¿PERO QUÉ DEMONIOS HAS HECHO? Vaya carita que llevas, Ana…”

“Finde duro. No chilles.” Respondí en un susurro.

“Haz el favor de maquillart...

4.2. Descendiendo (segunda parte).

La visita de Jorge no había acabado, los dos seguíamos con ganas. Y no es por nada, pero dejar cosas a medias... está feo.

“Y tanto”, convine intentando recuperar la respiración.

Cuando lo hube conseguido me levanté del suelo, me encendí un cigarro y apuré el vaso de vino. A mí personalmente el vino no me gusta, pero la verdad es que éste entraba bien, no sé si porque estaba rico de verdad, por las cervezas anteriores o por mis experimentos de química.

Jorge encendió otro y me imitó. La noche había empezado de una forma un tanto extraña, para lo que había comenzado a prever por su parte, pero parecía que habíamos en...

4.1. Descendiendo (primera parte)

Sé que he tardado... pero a veces las palabras se atraviesan. Jorge me tiene un poco abandonada, ¿qué demonios estará pasando?

“Genial pequeña. Mónica acaba de llegar. Hablamos el lunes. Besos”

Trece días habían pasado desde aquel mensaje. Trece. No podía evitar contarlos.

Trece días sin noticia ninguna de Jorge… y no me atrevía a escribirle, no fuera a ser que tuviera compañía.

La verdad es que la situación me estaba empezando a afectar. No soy una persona especialmente segura de mí misma, y cuando por fin me había venido arriba, ¡pum! la magia desaparece y te deja colgada. No llegaba al extremo de preguntarme qu...

Sorpresas de todo tipo

Jorge y yo volvemos a quedar, y me enseña lo que me tiene preparado... y lo que no. A ver cómo manejo yo ahora esto...

Me desperté medio desnuda en mi cama, aún sonriente después del orgasmo tan bestia de la noche anterior.

Apagué la alarma del móvil, cogí mi bata y corrí rápida al baño, porque Marta era de las que se entretenía durante una hora… y era viernes, por fin, tenía que arreglarme para la tarde que me esperaba después del trabajo.

Me duché, me alisé el pelo y me dispuse a empezar a maquillarme. Como soy bastante discreta, opté por labios en un tono nude y un delineado negro un poquito más agresivo… sol...

El primer límite

La historia continúa, claro. Jorge me lía y yo me dejo liar.

Tras aquel encuentro con Jorge, tuve claras un par de cosas. La primera, que yo necesitaba bastante más actividad que la que mi pareja me estaba dando, o la que le estaba dando yo a él. La segunda, que la desgana con la que estaba encarando las relaciones sexuales con mi novio no era producto de los anticonceptivos, como llevaba creyendo casi un año.

La verdad es que llevaba una temporada casi irreconocible. No me arreglaba para trabajar, me limitaba a ropa cómoda, funcional y a ser posible, barata y...

Y así empezó la historia

De cómo comienza una historia que, aunque puede que para vosotros no sea para tanto, a mí me tiene obsesionada.

Si me llegan a decir cómo me iba a cambiar la vida…Me presento. Soy una chica normal, del montón, con mis gustos y mis aficiones. Hace como… joder, ¿diez años ya? estuve escribiendo en esta página, pero dado que mi trabajo es un poco… digamos, sensible, creí que lo mejor sería borrar mis relatos y olvidarme de todo el tema.

A pesar de lo que pueda parecer, soy joven, aún no he llegado a los treinta. Y la historia que voy a contar comenzó hace cuatro años.

Por mi trabajo, cambio de residencia anu...