Me grabé comiendo polla de un desconocido

El no perdió un segundo. Agarró mi cola con las dos manos y metió su polla con fuerza, hasta el final de mi garganta. La sensación de ahogo era total y mis manos inconscientemente se dirigieron a sus muslos, para intentar pararlo. Pero mi fuerza no era demasiada. La sacó y mi saliva y mis líquidos se quedaron colgando de su punta y de mi lengua. Volvió a meterla y esta vez o la sacó. Empezó a follarme con violencia, mientras notaba su punta penetrar mi boca, dando golpes al final de mis amígdalas, llenando mi boca de babas y líquidos estomacales. Volví a levantar el móvil a la altura conveniente y me apunté a la cara. Miré fijamente el objetivo de la cámara. Estaba segura que mi mirada estaría ahora mismo húmeda, claiente. Me sentía como una actriz porno y aquello hizo que quisiese más polla en mi boca.

Suelo ir a pasear a zonas tranquilas, como riberas de ríos para entretenerme en pensamientos puros y en los impuros también. Y ayer decidí ir a caminar un rato por la ribera de un río, cercano a donde vivo. Suele estar bastante tranquilo, casi sin gente. Tiene varios puentes que atraviesan la zona y en época de pesca, hay algunos pescadores. El camino es serpenteante, entre árboles y vegetación, con rincones encantadores.

Hay que llegar en coche, así que aparqué el mío en uno de los parkings habilitad...

Follando en el coche

Por los gemidos de él notó que estaba a punto. Se levantó de su regazo y agarrando con ambas manos el pene, lo masturbó fuertemente, al mismo tiempo que se lo metía en la boca. Sabía extrañamente familiar, con sus flujos en su superficie; ese enorme nabo palpitaba entre su paladar y su lengua y a ella eso la excitaba enormemente. Él la avisó, suavemente, que estaba a punto

Era algo que la excitaba muchísimo. Todavía con el sabor de la cerveza, besarlo con fuerza y meterle la lengua en la boca, con pasión, mientras le acariciaba su miembro por encima de la tela del pantalón; la ponía a cien. El ejercía presión sobre sus pechos y sus pezones se ponían erectos por el contacto. Le encantaba. Él se abría paso sobre su cuerpo mientras permanecían sentados dentro del coche. Buscaba con ansiedad su conejito y sus dedos acariciaban rítmicamente, con lentitud toda su rajita, que se enc...

Mi cuñada y mis ganas de mujer (II)

Tal como estábamos, sentí la sensación extraña de querer que me follase, que me metiese su cuerpo dentro y me hiciese sentir todo su poder dentro de mi coñito. – Ábrete de piernas, mi putita… Quiero restregarme y correrme contigo – Me agarró los muslos y yo levanté un poco el culo del suelo, al tiempo que ella se arrodillaba un poco, dejando ambos coños pegados.

Esta historia es continuación de http://www.todorelatos.com/relato/88876/

Estos días he pensado mucho en la carta que he enviado. No he parado de masturbarme imaginando la respuesta que podía recibir, de alguien que no conozco.

Pero la historia me rondaba la cabeza permanentemente y decidí continuarla, escribiendo yo una segunda respuesta, en caso de recibir algo.

Así que comencé en mi ordenador…

“Desde aquel momento en que ocurrió lo del baño, ya no miraba a mi cuñada del mismo modo...

Mi cuñada y mis ganas de mujer (I)

Fui entonces cuando noté que me mojaba. Por dentro. Con un acaloramiento anormal que subía por la entrepierna y llegaba a mi cuello. Por el escote de mi vestido vi una gotita de sudor que me resbalaba por el canalillo. Me encontraba excitadísima, como no recordaba en mucho tiempo. Todavía no sé como ocurrió, porque fue casi inconsciente, pero de repente me empecé a desabrochar el vestido por el escote, metí las manos por dentro del sostén y me saqué las tetas. Me las estrujé con fuerza mientras me veía en el espejo y eso me puso a mil. Me pellizqué los pezones que estaban enormes y gemí ligeramente.

Esta carta estaba en los papeles que alguien dejó en el piso que he alquilado este mes, sobre la mesa del despacho vacío. Estaba metida en un sobre, con un sello, como si alguien olvidase echarla al correo.

“Querida amiga:

Me he animado a escribirte de una vez, aunque no veas lo que me ha costado convencerme a mi misma de que estaba actuando correctamente. Conocí tu existencia por casualidad, cuando estaba trabajando en el ordenador de mi hermano y me tropecé con un directorio que se titulaba “C...

Tu polla es mi fantasía y mi culo el final feliz

Nos miramos excitados sintiendo el placer tan intenso del momento, sintiendo tu polla milímetro a milímetro, hasta que tocas el fondo, mis caderas empujan hacia a ti moviéndose, y tú buscas penetrarme cada vez más, y más profundo, mientras yo abro mis piernas y te rodeo con ellas, ambos comenzamos a sentir los primeros arrebatos con la pasión y la fuerza, dejándonos llevar por la excitación y el erotismo que nos da el sexo, doy un pequeño grito acompañado de un suspiro, de nuevo un espasmo, un gemido, ohh, sí, sí, así … sigue así, con ese ritmo, me tienes loca.

El destino  es  a veces  tan caprichoso,  tanto que hizo que tu vida y la mía se cruzaran en el camino,  el juego que nos traemos en el Messenger,  ha pasado a ser…  “un deseo”,  y quizás será  “una realidad”,  que podrá materializarse  o no… solo dependerá de lo que suceda cuando por fin nos conozcamos…  Yo creo que después  de tanta tensión sexual acumulada entre tú y yo, será algo increíble, inolvidable, y por supuesto  espero que  repetible…  aunque eso formará parte de otra historia.

Necesito ver...

Pensando en ti me dejo follar

Pienso en ti y mi boca se hace agua pensando en tu polla y en su dureza...

"-¡Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-! en un caballo blanco con alas, hacia aquí se encamina, en el cinturón la espada y en la mano el escudo, el feliz caballero gallego, ese qué…  te adora sin verte,  que te anhela día tras día, noche tras noche, y que llega de lejos, muy lejos, de allá… de tierras gallegas, vencedor de la Batalla, a encenderte los labios con su beso de amor!"

Así termina el libro y ahora a la ducha……

El suave goteo de la ducha  cae por mi espalda. Un hilo fino de ag...