Una fría noche veraniega

No siempre una fantasía erótica con tu pareja en la playa termina bien.

Me gustaría que oliese a mar. Sentarme encima de una toalla. Que en esa toalla estuvieras tú. Tumbarme desnuda encima. Acercar mi mano a tu pelo húmedo del agua del mar. Lo tienes corto pero lo suficientemente largo como para que se quede el agua por un tiempo. Tus ojos están cerrados, no duermes, no sueles poder dormir en sitios públicos, incluso hace tiempo que no duermes. Hacía tiempo que no nos veíamos. Quiero tocarte el pelo pero te molesta, como tantas cosas mias, que no hago porque se que no te gusta...