Me gusta dominar 11
La rebelión de mi sumisa morena tiene sus consecuencias y partir de ahora la sumisión de mis zorras va a ser total.
Cuando llegué al hotel los primeros rayos de sol aparecían por el este. En el ascensor que me llevaba a la habitación pensé en lo que me iba a encontrar en ella; suponía que estarían dormidas o tal vez, estarían esperando mi llegada, preocupadas por mi enfado. Como la llave la habían cogido ellas, tuve que llamar a la puerta para que me abriesen. Lo hizo Elsa, con cara de acabar de despertarse.
Y- Hola, perdona que te haya despertado.
E- No pasa nada. Estás bien?
Y- Sí, cansado.
Come...