Facesitting en el garaje.

Mi esposa y su primo discuten sobre un asunto familiar de herencias, hasta que su primo termina sometiéndola para satisfacer con ella sus apetencias sexuales.

Un verano, mi esposa y yo nos alojamos unos días en la casa de la playa de mi cuñada.

Situada a medio centenar de metros del mar en un entorno privilegiado de la costa española, era lugar de paso de veraneantes y curiosos que siempre preguntaban si estaba en venta.

A menudo compaginaba las salidas tempranas a mi trabajo con largos días de asueto, donde el runrun del mar y las bellas puestas de sol, otorgaban una naturaleza casi mística a las horas de luz y las noches, cuando uno descansaba cerra...

Doble follada.

La visita de un ex de mi mujer desencadena una tormenta sexual entre mi esposa, su amigo, yo, y mi cuñada.

  • Ya... yaa... para por favor... ahh

  • Calla puta, ¿porqué me dejaste? toma polla.... toma... toma... hasta el fondo

  • Ahhh... yaa...acaba...te lo ruego.....

Mi esposa está en cama indispuesta con algunas décimas de fiebre y un viejo amigo suyo aparece por casualidad ese mismo día, y entra en la habitación a hablar con ella.

La puerta se cierra y el amigo corre las cortinas de tal manera que desde fuera no se vea lo que ocurre dentro.

Hablan en silencio, o eso deducimos yo y mi...

Mi sobrina me la empina.

Mi sobrina, una tetona de 20 años, me somete en la habitación de matrimonio mientras al lado en el salón, mi mujer y mi cuñada ven la televisión.

  • Buenos días tía, .¿y el gatito?

Mi cuñada recoge animales abandonados, y su ultima "adquisición", un bonito gato siamés, tenía entusiasmada a mi sobrina.

  • ¡Hola sobrina! pues no sé, ahora mismo andaba por aquí, búscalo por la casa.

  • Mssss, Mssss, gatito... gatito...

Salón, baños, cocina, la joven tetona recorría todas las dependencias buscando al escurridizo felino sin éxito.

Mientras tanto, mi cuñada y su hermana, mi mujer, sentadas ambas en el salón viendo una serie comen...

La sexta pasajera

Un día rutinario de playa se convierte en una sesión inolvidable de morbo y sexo entre yo y mi cuñada.

Aquel día fuimos cinco personas a la playa. Yo, mi mujer, mi sobrina (20 años y bien dotada), mi suegra y mi hija.

El día transcurrió placentero, hasta que acertó a pasar por delante nuestro caminando mi cuñada, 31 años pizpireta, tremendo trasero estilo brasileño y tanga de infarto que hacía las delicias de los mirones del paradisíaco entorno.

  • Hola chicos qué suerte veros por aquí, llevo una hora caminando y se me hacia pesada la idea de tomar el autobús de vuelta a casa, ¿puedo ir con vosotr...