La pequeña guarilla

Continuación de la importancia de ser sumisa

Silvia pasó todo el viaje a mi casa completamente callada. Me sonreía cuando le decía algo pero apenas hablaba.

Eso hizo que empezase a sentirme incómodo. Tenía que asegurarme de que seguía siendo mi perra. Por eso mientras estábamos en el ascensor me abalanzé sobre ella y empecé a besarla mientras mi mano entraba en sus apretados pantalones.

La sonrisa de picara que puso y la humedad de su entrepierna me demostró que había vuelto.

La verdad es que la chica besada tan bien como la ch...

La importancia de ser sumisa

Primera parte de la historia de como conocí a la sumisa que me completaba

TODO ES FICCIÓN Y NADA MÁS

Mientras la lefa salía de mi rabo y se desbordada por su coño la chica, que hace unos pocos días no conocía, se dejaba caer sobre la cama respirando profundamente.

Me estiré a su lado y empecé a observarla. Su pequeño y apetecible culo aún estaba enrojecido de mis azotes. Sus tetas se bamboleaban con su respiración. Su cara estaba desencajada por el orgasmo. Pese a ello lo que más me excito fueron las palabras que salieron de su boca.

-Amo, ¿Puedo limpiarle l...