Elena. Historia de una sumisión (1)

Lastima que la felicidad dura lo que un suspiro...

Elena. Historia de una sumisión I

Capitulo Uno

Se llamaba Elena, La habían recogido sus primeros dueños de entre los cuerpos de una familia asesinada en el bosque. Que hacían sus padres, porque estaban ahí, quien los asesino, Elena nunca lo supo. Ella solo supo que en su infancia no hubo amor, al cumplir los cuatro años, sus dueños creyeron que estaba lo suficientemente grande como para obtener la ganancia merecida después de todos estos años de alimentarla, así que su primera orden fue la...

La noche salpicada de estrellas

(...)la perfecta metáfora del ser humano dominando a la naturaleza, doblegándola hasta arrodillarse ante el.(...)

Manejaba mi Chevrolet Spark dorado por las calles de caracas. Era una noche clara y el cielo era un Desfile de estrellas con la Luna como su líder, solo el brillo de los faros y las ventanas de los edificios competían en brillo con ellas. Iba a buscarla. Esta noche iba a tenerte, a poseerte. Te deseaba.

Te hallaría en tu sitio de trabajo. Me detuve y saliste a mi encuentro. Te montaste en el carro, me viste y sonreíste. El poco espacio interior nos obligaba a compartir mas intimidad de lo normal...

La lluvia ansiosa del septimo día

La lluvia caía en su piel desnuda y le refrescaba el calor interior. Esperaba el momento en el que El apareciera....

La lluvia ansiosa del séptimo día

Todo había empezado como un juego. Un mensaje, había empezado como un simple e inocente mensaje. Su nombre es María Esperanza Jimenez Muñoz, una estudiante como cualquiera de las otras miles de su universidad, ávida lectora de los grandes de la literatura latinoamericana: Gabriel Garcia Marques, Miguel Otero Silva, Horacio Quiroga, Pablo Neruda. Sus ojos como diamantes siempre estaban hambrientos de palabras, de frases, de reflexiones. Así lo conoció, una tarde,...

En la oscuridad

La noche oculta muchos secretos, la oscuridad los oculta todos.

Estoy sentado en la mesa mas oscura del bar. En frente a mi, una copa de Whisky escoces para hacer la espera mas placentera. Desde mi silla tengo una vista privilegiada del lugar: la barra a mi izquierda esta repleta de cazadores enamorando a su presa con cócteles (como odio los cócteles), rones, martinis.....Yo no caigo en esa desesperación patética, no soy como ellos, yo se lo que quiero, y a quien deseo. Pronto, el silencio domina el ambiente. comienza a tocar un hombre encorbatado en un piano de...