Mantis religiosa
Me divierte oírte decir que soy perversa.
Me divierte oírte decir que soy perversa. Siento el temblor de tu voz, el ansia que te llena, el deseo que transmite tu respiración y ello me llena de placer. Sí, soy perversa, porque no me conformo con esos placeres mundanos a los que aspiran la generalidad. Disfruto sintiendo cómo te deshaces y creces bajo el impulso de mis deseos. Te imagino, me imagino y decido que ha llegado el momento por el que tanto te has esforzado.
Te quiero mañana a las dos en punto en la puerta del Restaurante San...