Hola tía
Aquella era una tarde de agosto como otra cualquiera...
Aquella era una tarde de agosto como otra cualquiera, aun me quedaban unas cuatro horas de trabajo, lo cual era realmente agobiante, pues todos mis amigos estarían en la piscina tranquilamente, y yo como un cabrón arreglando enchufes. Nunca había tenido problemas para ligar, con 24 años tenia novia hacia dos, eso sí, nunca había renunciado a tener algún que otro lío. Uno de ellos, el más habitual, era mi prima Alicia, una veinte añera calentona que disfrutaba tirandose cada fin de semana a alguno, y p...