Compañia en sus solitarias sesiones
Un muchachito tendra una grata sorpresa al momento de cumplir con su ritual masturbatorio diario.
El joven muchacho había esperado ansioso ese corto momento del día, el único instante en el que todos en su hogar dormían. Se encontraba en la sala de su casa, recostado en el sofá junto al ordenador portátil. Una pantaloneta gris y unos calzoncillos del mismo color cubrían sus tobillos, vestía tan solo una corta camiseta blanca que llevaba el logo de la empresa en la que su padre había trabajado toda su vida, o al menos la porción que el recordaba. Tras su lampiño vientre una pequeña maraña de vello...