Intranquilo 34- Una llamada caliente

El teléfono, ese gran invento...

Como casi siempre me encontraba confundido, sin saber qué decir ni qué hacer. joder, la vida era una continua carrera de decisiones y yo aún no estaba entrenado para eso. Sentía al otro lado del teléfono la respiración de Juan y en el aire flotando su propuesta. Tenía que decir algo, pero no sabía qué.

No sé, Juan– dije al fin– yo... estoy muy liado... lo único que quiero es que esto acabe.

Lo entiendo– oí que me decía.

Tengo que pensármelo... no sé, comentárselo a...

Intanquilo 33- Maneras de escurrir el bulto

Bueno, cuando uno ha sido un especialista en mentir y no afrontar las cosas, hay situaciones en las que al ver un bulto, uno puede, por fin, ir por él o escurrirse...

Pues sí, Lolo no dejaba de sorprenderme y sus ojos azules no dejaban de clavarse en los míos que seguían las evoluciones de Josemi en la pista del patio, en aquel partido de fútbol, que ya había que gustarte el fútbol y tener ganas con la calor que hacía.

Joder con Lolo, ¿cómo coño se había podido enterar de lo mío con Javier? Quizás se estaba tirando un farol, quizás no sabía nada y lo único que estaba intentando es sonsacarme alguna información. Tenía que tener cuidado, pues muchas veces somos n...

Intranquilo 32- Lolo y sus insinuaciones

Uno hace las cosas y se cree que lo controla todo, piensa siempre uno que los demás no se enteran, pero hay gente que, aunque parezca no, está pendiente de todo...

Salimos del aparcamiento y enfiló Javier rumbo al instituto donde debía dejarme; era ya la una y media, con suerte podía llegar a la última hora. Por el camino volvimos a hablar del tema que tanto nos preocupaba: cómo anular el chantaje de mi primo Chema. La charlita con Juan nos había aclarado algo, poco según yo, pero Javier se mostraba muy optimista y hablador. Me encanta verlo así, tan dispuesto a echarme una mano (en todos los sentidos, claro), tan seguro, tan confiado, tan protector. Conducía y me hab...

Intranquilo 31- Lo que bien empieza, mejor acaba

Pues eso.

Allí estábamos, Javier y yo, en aquella cafetería tan sorprendentemente silenciosa de aquella facultad de Derecho, mirando cómo Juan bebía un buen trago de cerveza.

  • Tu primo Chema es un cabrón, Luis.

¡Qué novedad!, pensé, si todo lo que nos va a decir es de ese estilo, vaya pérdida de tiempo...

-Ya, ya sé que no digo nada nuevo- prosiguió como si me hubiera leído el pensamiento- pero que lo digas tú a lo mejor no es raro, pero que lo diga yo... que lo diga yo os puede sorpren...

Intranquilo 30- Menos pollas, caperucita

Bueno, las cosas, ya lo sé, a veces no son lo que parecen, y quien parece que domina la situación acaba siendo víctima de esa misma situación...

LO QUE ME HA PASADO HASTA AHORA.- Ufffff... ¿cómo voy a resumir 29 capítulos en cuatro líneas? Bueno, lo que sí puedo decir es que Javier, mi... joder, no sé tampoco cómo llamarlo, bueno, es mi profesor de Lengua pero también es mi ¿novio?¿rollo?... el caso es que Javier está en un meadero de la facultad de derecho, mirándole la polla a un tío que fue el que empezó toda esta movida...

Como siempre me pasaba en las situaciones tensas, me quedé bloqueado, sin saber qué hacer, si intervenir o no...

Intranquilo 29- ¿Caer en la misma polla?

Creemos que conocemos a la gente, que podemos confiar en ellos, porque hasta ahora se han mostrado amables y dispuestos, pero no sabemos hasta qué punto pueden resistirse a sucumbir a aquello que uno también estuvo a punto de caer...

***LO QUE ME HA PASADO HASTA AHORA: Bueno, mi primo me ha dado una semana más de plazo, gracias al vídeo que le grabé, ese vídeo en el que Javier me echó una mano, literalmente. Pero ahora tenemos que averiguar qué es lo que a mi primo le va, cuál es su rollo, para ver cómo podemos pillarlo. En fin, yo no lo tengo nada claro, confío en que Javier me vuelva a ayudar. Por ahora se ha mostrado dispuesto a todo. Pero lo que yo no podía sospechar es que él también quizás cayera en lo que yo estuve a punto de cae...

Intranquilo 28- Mi profe, mi padre...y mi hermano.

A veces uno está tan metido en lo suyo que no acaba de darse cuenta de dónde están los otros, aunque los tengamos muy cerca, aunque convivamos con ellos...

Joder, joder y joder. ¿Se podía ser más tonto que yo? ¿Cómo me había olvidado que mi padre llegaba todas las tardes a aquella hora? ¿Cómo lo había podido olvidar?

Y allí estábamos los dos, Javier y yo, sentados en la cama, yo desnudo y recién pajeado, mi polla dando muestras de la agitación vivida y de lo que estaba viendo en el móvil, Javier sin camiseta, la mesa en medio de la habitación. ¿Qué explicación le podría dar a mi padre, a ese hombre que, en segundos, estaría en la puerta, con la camis...

Intranquilo 27- Cámara, silencio... ¡¡acción!!

Si uno ha decidido confiar, tiene que confiar en todo, sobre todo si el otro tiene más experiencia en cómo hacer disfrutar...

La verdad es que aquella tarde de martes de mediados de junio fue una de las tardes que más nervioso recuerdo haber estado. Los tres cuartos de hora hasta las siete y cinco que pasé esperando que mi madre y mi hermano se fueran y que llegara Javier, no los olvidaré mientras viva, aunque luego también hubo otros momentos de nervios y de tener la sensación de estar viviendo al borde de un precipicio, bueno, la realidad es que las dos últimas semanas habían sido eso: nervios, incertidumbre, desconcierto...

...

Intranquilo 26- Se cambia vídeo por tiempo.

Tiempo, tiempo, tiempo... joder, ¿no se dice que a los 18 años uno tiene la vida por delante? Bueno, pues yo me conformaba con una semana más. Y a cambio tendría que entregar un vídeo... pero vaya vídeo!!!!

LO QUE ME HA PASADO HASTA AHORA: Ufffff... tela. Pero lo más importante es que por fin he hablado con Javier, mi profe de Lengua, con el que he tenido dos encuentros bastante calientes, y le he contado todo lo que me pasa, sobre todo, lo del chantaje de mi primo Chema, quien a las doce de esta noche piensa colgar aquel vídeo que me quitó de mi móvil en el que me grabé yo pajeándome. Sí, una estupidez, ya, ahora es fácil decirlo. Lo sube antes de las doce a no ser que...

Cuando salía del institu...

Intranquilo 25- Una perdida para un perdido

Después de aquella segunda mamada vino algo que me iba a sentar igual de bien. Que no solo de sexo vive un chico de 18 años. O sí...

Allí estábamos los dos, Javier, mi profesor, y yo. Me había hecho la segunda mamada de mi vida, si ya en la primera flipé, aunque los nervios y la emoción no me dejaron saborear tanto el momento, en esta segunda, me había llevado a un lugar en el que yo nunca había estado, a pesar de que aquel sitio, el departamento de Lengua, no era el más propicio para el disfrute. Javier, se notaba que tenía experiencia, me había tratado con tanta delicadeza y tanto cariño, que yo no podía menos que estarle agradecido. S...