Me cogí a un policía (3): jugando con sus esposas.
Nunca creí que en mi primera cita, me esposarían para llenarme de leche.
En cuanto me miré en el espejo, me sentía muy bonita y sexy. Tenía puestas unas botas negras hasta la rodilla, un short ajustado y tiro alto, un top ajustado con un escote muy bonito y una chaqueta negra para terminar. Además de, obviamente, un bonito choker en el cuello. Sonreí, sin embargo, mi sonrisa se borró al recordar que probablemente sería juzgada por mi atuendo al salir de mi habitación, aunque no iba a cambiarme por mi familia. Tomé valor y salí. Mis hermanas, por suerte, no opinaron nada, a mi pa...