Mi última noche con ella
Esa fue la última vez que mis dedos la acariciaron y mis labios se embriagaron de ella.
Mayo está a punto de concluir, y apenas la semana pasada, volví a tener el segundo encuentro con ella.
Fue un momento de esos en los que armas un encuentro, que sabes o crees saber cómo terminará.
Y así fue, me invitó a conocer el cuarto donde ahora vive y como la condición era quedarme a dormir, así sucedió.
Nos acostamos a dormir y sucedió, lo que desde hace tiempo, debió suceder para que yo hubiese sido menos infeliz los últimos cuatro años.
Un abrazo fue el inicio de un aroma con...