Y eso que según yo, no quería
Nuestra protagonista se queja para sí de que su marido la tiene abandonada sexualmente por causa del trabajo. Con ocasión de una fiesta de la empresa se pone sus mejores galas y disfruta bailando con sus compañeros y con un galán que al salir la lleva en su auto y de ahí a un hotel donde se gozarán a más no poder.
Antes de comenzar a platicarles quiero decirles que yo nunca pensé en hacer algo parecido y bueno es algo que quiero comentarles, actualmente tengo 31 años de edad muy bien puestos creo yo, pues si no soy una Venus tengo lo mío, simpática, piel blanca, bonitas piernas, la pompi bastante paradita y unos pechos talla 36 C, redonditos y con un pezón grande y rosado.
Resulta que en los últimos dos meses mi esposo por cuestiones de trabajo y de supervisión ha tenido que estar viajando constantemente al int...