Sara se ha pasado de la raya (2)
He empezado a llorar acallando mis gritos y sollozos en uno de los cojines del sofá, eso me permitía hacerlo ya que le no lo llegaba a oír. Los golpes con el cinturón han sido brutales, con cada uno sentía un dolor tan intenso que me hacía dar un brinco y clavar mi cabeza en el cojín para gritar con más fuerza, sentía que el culo me ardía
“Sube al coche Sara” se ha limitado a decirme Ángel mientras agarraba con fuerza mi brazo y me empujaba dentro. Yo he bajado la cara y le he obedecido, quizás intentando enmendar mi actitud altiva de esta noche. El castigo que me esperaba lo intuía duro, él ya me había avisado de que pagaría por mi osadía y si algo no es Ángel es exagerado.
Durante el viaje a su casa ambos hemos permanecido callados, intentaba mirar fuera para no cruzarme con sus ojos que me miraban con rabia y me tenían asustada, est...