Yo creo en ti - Cap. 12 y 13
Soltando un toque de aire al compás de cada choque, sus pechos níveos se movían de abajo hacia arriba con cada embestida que recibía.
12 [Liz]
Su cuerpo blanco casi se confundía con las sábanas. Sus manos, sobre su cabeza, se aferraban a la almohada con tanta fuerza que sus dedos palidecían por la falta de flujo de sangre. Las mejillas de Allison estaban rojas por el esfuerzo y algunas gotas de sudor resbalaban por su frente mientras mantenía los ojos cerrados y la boca apretada en una mueca que no sabría si describir como de dolor o de placer. Soltando un toque de aire al compás de cada choque, sus pechos níveos se movían de...