Como me convertí en un juguete (4)

Finalmente llegamos al lago, donde encontré finalmente un pequeño sentimiento de felicidad, felicidad que me fue arrebatada al mismo tiempo por la peor de las situaciones que me podía encontrar...

Llegamos casi al anochecer. traspasando un bosque con los coches, aprovechando un pequeño camino de cabras que nos permitió acceder hasta el claro y aparcamos a escasos metros del lago, rodeados por un frondoso bosque bastante siniestro, sobretodo teniendo en cuenta que la luna estaba empezando a asomar por el cielo y aquel lugar era totalmente solitario, con poca o nada de cobertura y ni un alma en fácil dos kilómetros a la redonda.

Héctor y Tatiana aparcaron los vehículos y yo inmediatamente me esca...

Como me convertí en un juguete (3)

Tal y como prometió Héctor, me tenía una sorpresa guardada para el día siguiente. Una sorpresa que iba a ser muy larga.

Me desperté inquieta, todavía con la cabeza dándome vueltas sin poder asimilar bien el dástico cambio de rumbo que había tomado en tan poco tiempo, y temerosa de lo que podría ocurrir en el futuro. Me levanté de la cama, sorprendida de que Joaquín no estuviese durmiendo, pues él solía dormir hasta casi el mediodía y aún no eran ni las nueve de la mañana. Me puse unas braguitas y una camiseta y caminé perezosa hasta la cocina, donde estaba él totalmente vestido y peinado, rezumando un aroma a colonia que, si...

Como me convertí en un juguete (2)

Las consecuencias de lo ocurrido en la playa empiezan a dejarse notar al día siguiente, cuando recibo una llamada de Héctor invitándome a jugar al Poker.

Aquel día amaneció diferente al resto. Después de lo ocurrido la noche anterior en la playa, tenía la sensanción de que algo iba a cambiar. Pese a haberle sido infiel a mi novio, no me sentía mal por ello, pues me refugiaba en las palabras de Héctor anunciando que él ya me lo estaba siendo a mi y, en cierto modo, me sentía bien con aquella pequeña venganza y, para que negarlo, satisfecha por poder haber cortado aquella sequía amorosa.

Joaquín ni se enteró de lo ocurrido. Nuestros amigos nos llevaron a...

Como me convertí en un juguete (1)

Como un día normal en la playa llegó a convertirse en una orgía en donde mi novio recibió sus primeros cuernos a escasos metros de mí.

Si alguien me hubiese pronosticado que aquel día veraniego, aparentemente normal, fuese a acabar así, probablemente me hubiese reído de él. Pero lo cierto es que superó mis expectativas de forma notable y, realmente, no creo arrepentirme demasiado por lo que hice ni por las consecuencias que pudo haber acarreado.

Físicamente nunca fuí una chica modelo, con veiniún años mido apenas ciento sesenta y cinco centímetros, de caderas pequeñas y pecho mediano, aunque por mi baja estatura parece mayor de lo qu...