Es primavera y llego al pueblo más lejano que he encontrado con mi presupuesto. Bastante desconcertada aún y nerviosa por lo que he hecho. He huido de mi pueblo natal, un pequeño pueblo gallego, harta de mi padrastro con problemas con la bebida y violento. No ha sido fácil. No sólo ahorrar un poco para el viaje, también para unos días de hostal.

Aunque tenía todo pensado y la maleta hecha las cosas no salieron como pensaba y tuve que salir deprisa y sin llevar nada conmigo. Sólo pude salir hacia la es...