Una oportunidad
En la cama le di la espalda. Esa noche solo quería tenerla a mi lado, solo eso. Una negativa para ella, era un capricho que cumplir. Busco mis labios en la oscuridad, despertó el deseo desde mi corazón, era ya mi cuerpo su seguidor. Sus manos tibias de niña levantaron mi pijama entre las sabanas.
-Aun queda por salvar tu alma. – ¡No quiero! – ¿Si estuviera aquí, querrías salvarla por ella?
Un enigma, eso representa su rostro. – Calma… ¿te acurdas que eso decía? Cuando las cosas estaban sin sentido o totalmente perdidas, esas eran las silabas que ella repetía. – Si.
– Algunas veces pienso en si todavía se acuerda de lo que fuimos. – ¿Siempre te torturas pensando en eso? – Si, ¿ya te harte? –No, venga cuéntame la última noche.
̶ En la cama le di la espalda. Esa noche solo...