Una Noche Perfecta: Diversión, Masajes y Fantasías

Una salida solos después de mucho tiempo, una noche sin niños en el hotel, un masajista y una experiencia deliciosamente erótica y satisfactoria que compartir con ustedes

Salimos esa noche, me vestí linda, sexy y salimos a disfrutar después de mucho tiempo. Tomamos, bailamos, jugueteamos, me sentía viva nuevamente, sexy. Esa noche era especial, habíamos quedado en que cumpliríamos alguna fantasía así que apenas pude me acerqué a su oído y le dije: No traigo sostén y tengo ganas. Su cara fue un canto, sus ojos encendieron la líbido y era claro que tenía ganas de comprobar si no mentía. Se acercó a mi escote, lo dejé ver y comprobó que esa noche estaba re puta. Esta vez era yo...