Un día de lluvia

Un día de lluvia, quedar para tomar un café y acabar jugando y descubriendo placer...

Ese día llovía y decidí quedar con una amiga que hacía tiempo no veía; debíamos de ponernos al día de nuestras vidas y es tarde era maravillosa para estar en casa, tomar algo caliente y charlar.

Llegué a su casa a media tarde y tras los besos de rigor, comenzamos a contarnos cosas: se había enamorado hacía poco de un lindo muchacho, como ella decía, y estaba muy ilusionada.

Charlamos, reimos, nos contamos cosas y de pronto, en esa tarde de lluvia, suena su teléfono: "Estoy en la puerta de tu cas...