En el consultorio de Adriana

Adriana es mi doctora y yo su amante, la visita al pueblo donde vive sin que lo sepa la conservadora gente que la rodea tiene su recompensa en horas de consulta.

Donde se pose tu cuerpo ahi vivirán mis sueños, ahi mi anhelo de vivirte donde descanse tu respiración ahi vivirá el suspiro que tengo por robarte

Tan solo tus pies, eso es lo único que me dejas ver de tu piel de leche tan blanca como tus sabanas, morder tus talones, eso deseo cuando abra tus piernas disponiendo del tesoro que guardan celosas los pedestales de placer que son tus piernas, la ropa que te guarda discreta estimula mi imaginación, pues no puede disimular el exquisito contorno de tu cuer...