Extraño sueño una rara noche de verano
Como podemos llegar a confundir la realidad con un sueño.
Incomoda me sentía esa noche, el calor infernal podía sentirlo entrar por mis narices a cada respiro que me recordaba que estaba viva, a pesar de estar dormida. Mi semblante pálido y mi respiración agitada anunciaban qué algo no estaba bien conmigo, inquieta comencé a moverme, envolviéndome en las sabanas blancas, hasta que mi cuerpo estuvo medio cubierto, medio al aire, al calor del verano, la ventana siempre abierta, la pesada no servia para calmar mi febril estado, a cada segundo que asesinaba al a...