Me presento: me llamo Victoria, pero todo el mundo me llama Viky. Tengo unos veintitantos años y creo que soy una chica normalita, ni alta ni baja, con mis curvas, pero sin ser exageradas, aunque mucha gente me dice que soy atractiva. Mi amigo, chico, pareja, como queráis llamarle se llama Jose. Más o menos tenemos la misma edad, él está muy bien, a mi entender, alto, delgadito y se cuida bastante, cosa que a mí me gusta.

Somos una pareja bastante liberal. En cuestión de sexo, no tenemos tabúes. Nos l...

La historia de Tina y como se convirtió en la esclava sexual de su amiguita Berta; el recuerdo de la follada que me pegó Brahim aquella mañana en la frutería y ahora el morboso relato de como una putita francesa había desvirgado a Dani me puso que me subía por las paredes. Fran se dio cuenta de cómo tenía el coño, señal de que me conoce bien, y al preguntarme que me pasaba estallé: necesito que alguien empiece a comérmelo. Y mientras decía eso metía mis dedos por la braguita en dirección a mi empapado...

Una vez los cuatro juntos, fuimos a cenar a una pizzeria, La cena se me hizo eterna, tales eran mis ganes de tenir sexo con aquellos chicos que me pasé todo el rato embobada mirándolos: Fran estaba supersexy, aquella camisa blanquita ajustada hacía ressaltar su barbita de tres días, cuidada eso si, y Dani, con sus ojos claros y aquel arito en la oreja junto a la camiseta de tirantes, le daban un aire cani que me estaba volviendo loca. Cuando mi mirada se cruzaba con la de Tina, podia ver que ella estaba igu...

Las prisas de salir corriendo de casa de aquella pareja me hicieron coger la bolsa con la lencería equivocada.  Cuando me di cuenta, le envié un mensaje a Tina para quedar y hacer el intercambio. Fran, al enterarse, sacó las braguitas y se puso a olerlas, a ver si percibía los aromas del coño de la chica. Se puso tan cachondo que me obligó a ponérmelas y después me echó un polvo, seguro que pensando en Tina.

Tal como habíamos quedado, llegó el viernes y nos encontramos Tina y yo. Nos sentamos a tomar...

Era una tarde de un día de de julio. Hacía calor y no me apetecía salir, pero la propuesta de ir al centro comercial a mirar ropa me sedujo, ya que, por lo menos, se estaría fresquito.

Me vestí lo más cómoda que pude. Un short vaquero cortito, de los de talle bajo y una camisetita de tirantes blanquita de algodón. Debajo, llevaba sólo unas braguitas blanquitas de colegiala, como le gustan a mi chico, y sin sujetador. Completando el look con mis sandalias planas preferidas.

Cuando llevábamos un r...

Esto es lo que me sucedió una tarde sin pensarlo. He intentado ser lo más fiel posible a la realidad, de ahí ese lenguaje malsonante y lleno de palabrotas por el que pido disculpas.

Me llaman Fany y siempre me he considerado una mujer del montón. Llegada a la madurez, la verdad es que me conservo bien, con unos pechos bastante firmes y un buen culo, sin ser exagerado.

Crecí en un barrio obrero, dónde conocí a mi marido, pero durante el pelotazo de la construcción nos fue tan bien que nos fuimos...