En una noche como esta
Era una aventurera, o de eso quería convencerme cada vez que elegía una noche diferente para hombres diferentes.
Una noche como esta.
Era medianoche, la luna era la única que me iluminaba el camino, todo era desierto sin ruido y sin un alma despierta, pero yo si lo estaba. Caminaba por las calles con elegancia al saber que nadie me miraba ni me juzgaba. Mi silueta se movía con mayor sensualidad al sentir la confianza fluir dentro de mi cuerpo, estaba ardiente y expectante por lo que iba a pasar.
Me detuve frente a un edificio pintado de un amarillo mostaza, aburrido y solo con una luz brillando en lo alto...