CAPITULO 29: La inyección
(continúa del capítulo anterior, n. 28). Aitor se había encontrado a un hombre de la mafia que le vende una inyección de polvo relajante y planea vengarse de su violador, violándole
Era un muchacho el que requirió la atención de Aitor.
Hola -se presentó el extraño.
Ví lo que te hizo Pascual en el vestuario. Yo estaba allí en una ducha individual, cuando ví cómo te engañaba con los dildos y luego te violaba. Te quiero ayudar. No me gustan los abusones.
Entonces el extraño entregó a Aitor una inyección –normalmente nadie del complejo, excepto la mafia y los hombres de negro–, tenían encima inyecciones o supositorios, y los hombres de negro o vigilantes de la isla, se en...