Mi madre, mi raquítico y famélico primo. y yo
Filial, exhibicionismo, voyeur, fetichismo lencería, etc.
A mis 19 años, estudiante, compartiendo domicilio con mi madre, Lorena, una mujer de 46 años, separada, y con un carácter dulce y maternal extremado, mi vida no podría transcurrir de forma más sosegada.
Todo cambio con el inicio de la pandemia. Mi madre, funcionaria, comenzó a “tele trabajar” desde nuestro domicilio, mientras que yo debí intercalar las clases presenciales de la universidad con las no presenciales.
Hasta ahí, todo normal. No obstante, con la escalada de la pandemia, mis tíos, amb...