Mi madre, mi raquítico y famélico primo. y yo

Filial, exhibicionismo, voyeur, fetichismo lencería, etc.

A mis 19 años, estudiante, compartiendo domicilio con mi madre, Lorena, una mujer de 46 años, separada, y con un carácter dulce y maternal extremado, mi vida no podría transcurrir de forma más sosegada.

Todo cambio con el inicio de la pandemia. Mi madre, funcionaria, comenzó a “tele trabajar” desde nuestro domicilio, mientras que yo debí intercalar las clases presenciales de la universidad con las no presenciales.

Hasta ahí, todo normal. No obstante, con la escalada de la pandemia, mis tíos, amb...

Morbo de hijo, amor de madre.

El exceso de celo de una madre, mostrándose excesivamente puritana en situaciones corrientes como la desnudez ante su hijo, estimula el morbo del mismo hasta límites insospechados

A mis 21 años, estudiante, habiéndome considerado siempre como una persona de lo más normal, jamás hubiera sospechado verme implicado en una experiencia como la que voy a narrar.

Residía en una pequeña capital de provincia junto a mi madre, una señora de 45 años, separada, que compaginaba sus actividades de ama de casa con algún trabajo esporádico para complementar la pensión que le pasaba mi padre.

Mi madre, de 1,70 de estatura, pelo castaño hasta los hombros, caderas anchas y pecho voluminoso,...

Madre exhibicionista

Madre, aparentemente puritana, con tendencia exhibicionista reprimida, se deja llevar por el impulso tras sorprender a su hijo sustrayéndole unas braguitas para masturbarse y mirarla con deseo

Todo comenzó tras la separación de mis padres. Sin tratarse de una separación traumática en exceso, sí acentuó mí ya característica timidez.

Quedé a cargo de mi madre, Rosa, de 40 años, 1,65 de estatura, morena, pelo corto hasta los hombros, poco pecho y anchas caderas.

Con amigos de similar edad tan retraídos como yo, y las hormonas ebullición, mis mayores experiencias sexuales – si se las podía llamar así – se trataba haber logrado ver las braguitas de alguna de las amigas de mi madre, se...

Juegos en familia

De forma inocente, dos hermanos se inician en el sexo con juegos eróticos, a los que se suman sus padres posteriormente sus padres tras ser sorprendidos in fraganti.

Lo que voy a relatar se inició unos años atrás.

Me llamo Alberto, por aquellas fechas éramos una familia de lo más corriente, sin que nada pudiera haber hecho pensar que ninguna situación, por descabellada que se tratare, pudiera desembocar en algo remotamente similar a lo que voy a intentar narrar de la forma más fiel posible.

La unidad familiar estaba compuesta, - aparte de mi -, por mis padres, -Roberto, una persona sumamente formal de 48 años, Ana, mi madre, un ama de casa de 45 años, de car...

El mundo es muy pequeño, mamá.

Un joven recibe de su jefe el número de teléfono de una mujer casada, integrante de un club de amas de casa aburridas en busca de satisfacción sexual a cambio de algún detalle con ellas, como invitarlas a comer en sitio lujoso. Descubriendo tanto ella como él, lo pequeño que es el mundo.

Me llamo Alberto, tengo 26 años y soy técnico en una gran empresa que me proporciona una excelente solvencia económica.

Mi empresa se encuentra en una localidad cercana a mi antiguo domicilio familiar, pero no tanto como para no convertir en molesto el desplazamiento diario, por lo que decidí alquilar un piso allí.

Mis padres algo reacios a mi marcha, acabaron por comprender la misma, siendo mi madre, un ama de casa de 46 años, morena y atractiva para su edad, la que tardó más en aceptarla.

...

La timidez de mi hijo

Madre encuentra en dormitorio de su hijo una de sus bragas impregnadas de semen. Aquello le provoca confusión, sin llegar a comprender unos deseos inconfesables, que terminaron siendo irrefrenables.

El presente relato no se trata de una experiencia personal, habiendo tenido conocimiento de la misma a raíz de una narración de la que soy autor y que fue publicada recientemente en esta misma página.

Como he dicho antes, a raíz de publicar mi relato y a través de mi correo electrónico personal, comencé a recibir mensajes de varios remitentes comentando o preguntando algo sobre el mismo, siendo el de una señora a la que, para salvaguardar su identidad llamaré Lorena, el que llamó poderosamente mi aten...

Los secretos de mi madre

Madre, ama de casa aburrida, compra ordenador portátil para "entretenerse", dejando sus inconfesables "secretos" al alcance de su curioso hijo, que excitado por los mismos, la mira "de otro modo"

Comenzaré el relato diciendo que me llamo Alberto, aunque por motivos obvios éste no sea mi nombre real, ya que he tenido que alterar algunos detalles para evitar ser reconocido.

Tengo 19 años, soy hijo único y resido en el domicilio familiar junto a mi madre.

Rosa, que así la llamaré, se trata de un ama de casa de 46 años, separada, de carácter afable y cariñoso, 1,65 de estatura, pelo moreno hasta los hombros, pecho voluminoso y amplias caderas.

Separada y con recursos económicos suficie...