Bachatas clandestinas
La música unida a la sensualidad del baile hizo que sus cuerpos se unieran, envueltos en un frenesí de pasión y lujuria.
Trevor había llegado hace unos meses a la ciudad, acostumbrado a su bella Barcelona, Granada se le antojaba una ciudad un tanto aburrida. Había dejado toda su vida en Barcelona para acompañar a su novia Lorena a Granada, donde aspiraba a conseguir una plaza en el conservatorio de música de la ciudad. Para ello había solicitado el traslado a las oficinas de la ciudad y ahora se encontraba sólo en una ciudad encantadora pero totalmente desconocida para él. Lorena pasaba horas y horas perdida entre partituras...