Enfermos de sexo

Todo el sexo que se podía imaginar en una misma familia.

Aún hoy me pregunto como aquella época de mi vida pudo ser verdad, como cada una de estas palabras es tan cierta como las lágrimas que recorren mi rostro al escribirlas

No me importaba hasta que punto los ojos del mundo juzgarían aquel acto animal. En ese momento mi sangre circulaba por mis venas como lava que arrasa la falda de un volcán en plena erupción, firme, caliente y segura, invadiendo cada parte de mi cuerpo con pasión y deseo. Mis manos apenas eran capaces de controlar el movimiento insensat...