Mario 22 de 22 Vuelve Robert - Fin

“-Lo sabía putito, sentía lo que deseabas hacer, ahora con tu boquita te vas a comer este manjar que espera desde hace años este momento. -sin responder sujeté su durísima polla, difícil de doblegar para bajarla hasta mi boca.”

Me alejé del lugar unos kilómetros y detuve el coche en el arcén, las lágrimas que inundaban mis ojos no me dejaban conducir, hipaba entre sollozos a pesar de que verla con sus hijos me había hecho feliz.

Guillermo había decidido llevar unos días de vacaciones a los muchachos, habían regresado de U.S.A. después de pasar allí un mes, volvían tristes y aburridos, la esposa de Robert y ellos no terminaban de encajar, además de que estaba embarazada y toda su preocupación residía en lo que germinaba en su...

Mario 21 de 22 Educadores novatos

“-¡Qué rico bebito mío! -sabía hacer bien mi trabajo, rápidamente se lo puse duro, completamente empalmado su enorme miembro, le repasaba el glande con la lengua y con los dientes le daba un suave masaje al tronco.”

Cuando esperaba en el aeropuerto, expectante, su llegada me sentía muy nervioso, sabía que se trataba de dos niños solamente, pero eran los hijos de Robert, personitas de carne y hueso que tenían sentimientos, y eso me traía recuerdos que me emocionaban.

Los conocía sobradamente por las muchas fotos de ellos que Guillermo me mostraba, pero no era lo mismo, habían transcurrido seis años desde que se marchó y ahora iba a tener frente a mi pedacitos de mi amor perdido, del único hombre verdaderamente ama...

Mario 20 de 22 Niños sin madre

La sentía muy al fondo de mi garganta, con todo su cuerpo esponjoso alojado en mi, y mi mentón pegado a los testículos que me golpeaban la barbilla cada vez que Peru se movía follándome con suavidad la garganta.”

Me esperaba con una enorme sonrisa en su cara y al entrar me cogió en los brazos, sin besarme, y me llevó al salón, me soltó y se quedó plantado mirándome.

-¿Ni siquiera me saludas con una beso? -me cogió las manos y primero una, después la otra las llevo a sus labios.

-Te besaría hasta gastarte la piel pero ahora quiero mirarte.

Peru, durante este tiempo, había cambiado para bien, ahora se arreglaba la barba y se cortaba el pelo, había dejado las antiguas greñas y la barba demasiado larga...

Mario 19 de 22 El abuelo y mamá

“Sentía su nervuda polla, ahora dura y tiesa como el hierro, meterse entre mis piernas, me hacía daño en los huevos y no podía moverme. A pesar de su delgadez, casi esquelética, su fuerza era enorme. Luché hasta que apuntó el glande de su negra verga en mi culo y de un golpe seco consiguió vencer la

Después del viaje de Guillermo y Peru a Japón la vida se estabilizó. Guillermo había cumplido con su obligación de visitar a su familia y comprobar que estaban bien. No se daba cuenta de que su nuera, su hijo y su nieto tenían allí otra familia que cuidaba de ellos.

Guillermo continuaba amando a su hijo más que a si mismo, y ahora lo hacía extensivo a toda su familia, la defendería a toda costa ante cualquier problema que surgiera. Peru me llamaba después de su vuelta y yo evitaba encontrarnos, lo est...

Mario 17 de 22 Pasando el verano y más 2

“Aldo no dejó que la sacara y recibió en su boca cada uno de los latigazos de leche que tiraba, ahora le sujetaba la cabeza y sin querer que sacara mi verga de su boca hasta que me vacié y él se comió el semen.”

-Si necesitas a Rodolfo puedes hacerle trabajar, ya que yo no voy a estar tendrá que hacer algo para ganarse el sueldo, sería bueno que algún día subieras al monte, aún estas bastante flojo.

-No es cierto cariño, es que tu te estas haciendo mayor y te crees superior. -estábamos en la cama después de una buenísima follada que me había dado.

-¿Me estas llamando viejo? -se arrastró con agilidad y se montó encima mío.

-Yo no digo nada, pero creo que vas a conocer a tu nieto y por algo será. -s...

Mario 18 de 22 La vuelta de Peru

“Terminó de vaciarse, de temblar sujetando mi cabeza, apartando mi pelo de la cara para mirarme a los ojos, entonces la saqué para pasarle la lengua y comer los jugos que tenía entre los pelos.”

Guillermo regresó de su viaje a primeros de Septiembre, había comenzado ya mis clases y el veranos había pasado. Había atendido sus recomendaciones y Rodolfo me acompañaba, más que nada por si me pasaba algo o tuviera un accidente en el monte. Solamente eran los sábados que no tenía que cuidar de Marquitos y se lo quedaba su padre.

El reencuentro con mis compañeros de clase estuvo lleno de alegría y jolgorio, no me había dado cuenta pero me llevaba muy bien con algunos de mis compañeros, con dos mucha...

Mario 16 de 22 Pasando el verano y más 1

“-Prepárame el culito papi, vienes con ganas y tienes la polla muy grande. -en lugar de hacer lo que le pedía me acariciaba el pecho y me retorcía con delicadeza los minúsculos pezones, lentamente aumentaba la presión hasta que me hizo gemir.”

Salía de la facultad y recibí una llamada, no la quise atender en ese momento al ir al lado de otros compañeros, atendía lo que decían sobre un trabajo que debíamos realizar en grupo.

Todos estábamos interesados ya que nos serviría para acabar obteniendo nota especial en el último examen, aquellos chicos eran los más inteligentes, los que sobresalían, y yo quería estar a su altura.

Devolví la llamada cuando nos despedimos, aunque ya sabía que se trataba de Peru antes de escuchar su voz, estaba u...

Mario 15 de 22 Un año que pasa rápido

“Veía, reflejado en la bruñida madera del mueble, su figura de musculoso macho bajando y subiendo, enterrando la verga en mi culo, atacando con fuerza mis nalgas.”

En este tiempo transcurrido Guillermo había ido cambiando paulatinamente sus costumbres, ahora no le importaba que fuera a su casa estando los empleados, no todos ya que aprovechaba para darles días libres de los que les pertenecían.

Justa, la cocinera, que había trabajado con mi abuela, Rodolfo, su mastodóntico hombre de confianza (entonces supe su nombre), eran las personas que siempre estaban allí. Justa para prepararnos las comidas y Rodolfo se encargaba de recoger el todo terreno con las motos, l...

Mario 14 de 22 Normalidad relativa

“Subía el culo de la cama una y otra vez, buscando meterse hasta el fondo de mi vientre, y cada vez que lo hacía soltaba un chorretazo de semen caliente hasta llenarme el culo.”

Esa mañana tendría otra sorpresa para el momento de vestirnos. Nos habíamos levantado temprano para prepararnos y después ir a la gasolinera a buscar el todo terreno con sus motos, como el primer sábado.

Salía de la ducha y Guille me dio una pequeña y cariñosa nalgada que más era una caricia.

-En el armario tienes la ropa que debes ponerte. -me señalaba una de las puertas en el vestidor, fui allí y lo abrí, sospechaba lo que era y acerté.

Un traje en cuero parecido al suyo para motocross,...

Mario 13 de 22 Curando las heridas

“-Espera pequeño, también yo quiero chupar tu polla. -sin que él se moviera me subi sobre mi macho ofreciéndole mi pene, cabalgando su cabeza para que me comiera como él quería.”

Pasaron tres meses antes tener noticias de Guillermo. Exactamente noventa y dos dolorosos y largos días.

La reacción de Guillermo, cuando Robert nos sorprendió mientras me montaba en su despacho, curiosamente parecía una escena de cine preparada, me sorprendió. Rápidamente se guardó la enorme verga en el pantalón.

-Es mejor que ahora te marches, ya hablaré con él más tarde de todo esto y le explicaré. -me encontraba en estado de shock, sin poder comprender bien lo que estaba pasando.

Ese d...