OSF. Orgasmos sin fronteras.

LA fundación.

Ella tenía veintitantos largos, había hablado conmigo varias veces, y a pesar de surfrir su ortografía, decidí quedar con ella y tratar de saciar todas sus dudas sobre el bdsm delante de un café, con mi sumisa, para que pudiera hablar sin tapujos y preguntar lo que desease, siempre es mejor cara a cara.

Ya peino canas, y aun a pesar de que sabía que aquello no iba a llegar a nada hice de tripas corazón y después de decidir qué ropa se debía poner mi sumisa, fuimos a la cafetería donde habíamos quedado...