La vida en un soplo (Cap. I - 3ª parte)

Cap. 1 - Mis primeros pasos, 3ª parte de 7

Volver en moto a casa fue lo más suicida que he hecho nunca, me pasé como dos stops sin enterarme a toda hostia, aquella noche creo que sobreviví porque algún ángel de la guarda estaba conmigo; esa noche en la cena con mis padres, porque a mí no me entraba nada en el estomago les expliqué todo lo sucedido, ellos como siempre fueron muy comprensivos y me dijeron que dejáramos pasar un poco de tiempo a ver qué tal reaccionaba y unos días más tarde ya volveríamos a hablar. Pasó un mes y a mí todo me iba como e...

La vida en un soplo (Cap. I - 2ª parte)

Cap. 1 - Mis primeros pasos, 2ª parte de 7

Quedábamos cada tarde con Natalia para tomar algo en la plaza del pueblo, paseábamos por el camino del rio y cuando nos alejábamos un poco del pueblo nos desviábamos por algún sendero para perdernos por el bosque, buscábamos algún lugar parapetado para tener un poco de intimidad, me metía por debajo de la falda de Natalia, le bajaba las bragas hasta las rodillas y le comía el chochete, pero siempre tuve la sensación de que eso de comerle el chocho a Natalia no le complacía mucho, no tardaba demasiado en hac...

La vida en un soplo (Cap. I - 1ª parte)

Mis primeros pasos, 1ª parte de 7.

CAPITULO I: “Mis primeros pasos”

Vivía en una urbanización de un pueblecito con mi familia, Luis mi padre, Alicia mi madre, mi padre hijo único como yo tenía una empresa heredada de mi abuelo (que también se llamaba Luis) que funcionaba muy bien y él la empezó a internacionalizar y expandir, mi madre llevaba el departamento contable y nuestra vida era desahogada económicamente. Era un pueblo tranquilo y cerca de la empresa.

Yo empezaba el nuevo curso y sabia que algunas cosas cambiarían en m...

El bufete de abogados (25)

El sábado era el día, Samanta llevó los niños a la casa de sus suegros para poder estar con Víctor colocando todas sus cosas sin tener que estar pendiente de ellos. Víctor se vistió cómodo de deporte para hacer la mudanza, dejó el apartamento...

Cap. XXV

El sábado era el día, Samanta llevó los niños a la casa de sus suegros para poder estar con Víctor colocando todas sus cosas sin tener que estar pendiente de ellos. Víctor se vistió cómodo de deporte para hacer la mudanza, dejó el apartamento, cerró la puerta para no volver a vivir allí, pensó en lo que le esperaba ese día, volver a casa, traspasar la puerta para quedarse, colocar su ropa compartiendo armarios con Samanta, se emocionaba.

Samanta fue verlo entrar con las maletas para...

El bufete de abogados (24)

Víctor vivía en una nube, Samanta estaba eufórica por lo que había conseguido, y los dos se sentían contentos, cuando el lunes se lo explicó a Teresa quedaron el siguiente viernes para cenar juntos y celebrarlo, sin niños, como dos parejas...

Cap. XXIV

Víctor vivía en una nube, Samanta estaba eufórica por lo que había conseguido, y los dos se sentían contentos, cuando el lunes se lo explicó a Teresa quedaron el siguiente viernes para cenar juntos y celebrarlo, sin niños, como dos parejas.

A las siete y media la llamó Víctor como hacía cada día sin saltarse ninguno, se saludaron riendo, los dos pensaban en el fin de semana pasado.

SAMANTA: Hemos quedado con Teresa en cenar el viernes los cuatro sin los niños, los dejaremos c...

El bufete de abogados (23)

El lunes se vieron como casi cada día Samanta y Teresa. Teresa se interesó por cómo había ido el sábado y si le había gustado el bikini que habían ido a comprar juntas el viernes...

Cap. XXIII

El lunes se vieron como casi cada día Samanta y Teresa. Teresa se interesó por cómo había ido el sábado y si le había gustado el bikini que habían ido a comprar juntas el viernes.

SAMANTA: Primero lo más serio, pude estar todo el sábado con él pasándomelo bien, le acabé diciendo que se quedara a cenar también, pasamos la tarde viendo series y me sentí muy bien. Lo menos serio, me miró el culo.

Teresa se reía.

TERESA: Te aseguro que debió de mirarte algo más que el culo...

El bufete de abogados (22)

Al día siguiente domingo Víctor buscó por internet una floristería que estuviera abierta, le envió a Samanta un ramo de rosas rojas...

Cap. XXII

Al día siguiente domingo Víctor buscó por internet una floristería que estuviera abierta, le envió a Samanta un ramo de rosas rojas.

Samanta no hacía mucho que se había levantado, estaba en la cocina preparando el desayuno para ella y los niños cuando llamaron a la puerta, miró por el interfono con pantalla que había en la cocina y vio a un repartidor con un ramo de rosas preguntando por ella, le hizo esperar un poco poniéndose un albornoz por encima, todavía iba en pijama, le abri...

El bufete de abogados (21)

Víctor se reunió con su amigo en la casa que habían alquilado en la ciudad...

Cap. XXI

Víctor se reunió con su amigo en la casa que habían alquilado en la ciudad, se abrazaron y saludaron efusivamente. En la de Samanta se vieron con Teresa, después de saludarse les cayó una lagrimita de la emoción y la alegría de volver a estar juntas. No llevaban hablando con ellos mucho rato separados de varios kilómetros de distancia cuando salió la conversación de su separación, lo pasaron muy mal cuando pasó, los habían visto enamorarse, como se querían, lo bien que siempre les había i...

El bufete de abogados (20)

Después de romper la relación o lo que tuviera con Cristina, Víctor se concentró en el trabajo...

Cap. XX

Después de romper la relación o lo que tuviera con Cristina, Víctor se concentró en el trabajo. Se dio cuenta que lo que sentía por aquella ruptura no tenía nada que ver con la de Samanta, con Cristina llegó a sentirse bien, tenía todas las cualidades para poder ser feliz con ella. La pregunta era, ¿por qué siendo una mujer guapa, cariñosa, que le demostraba quererlo y tener ganas de evolucionar en la relación, él no pudo hacerlo?, la respuesta era fácil y la tenía clara, seguía enamorado...

El bufete de abogados (19)

En la segunda cita volvieron a su casa...

Cap. XIX

En la segunda cita volvieron a su casa, consiguió que ella se corriera comiéndole el coño, que se volviera a correr cabalgándolo, y acabar a cuatro patas, mientras le daba golpes con su pubis en el culo le metía la punta del dedo gordo en el ojete suavemente, a ella le daba un gusto tremendo, cuando se corrió por tercera vez, giró la cabeza mirándolo.

CRISTINA: Te mueres de ganas de metérmela en el culo ¿eh?

Víctor se excitó tanto de pensarlo que solo le pudo responder moviend...