Mi amigo Ricardo y yo 4.

Le baje los pantalones y lo tumbé sobre su cama. Me quite los míos mientras él me miraba. Me tumbe encima...

  • Ven, vamos a tu cama que estaremos más cómodos.

Lo llevé a su habitación cogidos de la mano, cuando entramos me gire hacia el mirándole fijamente. Me acerqué despacio y comencé a besarle la mejilla. Lentamente fui bajando con suaves besos hasta su cuello. Lo tenía agarrado por la espalda con un brazo y con el otro agarrado de su mano.

Antes de seguir me acerque hasta su oreja, sin parar de darle besos y le susurré:

  • ¿Quieres que siga?
  • No lo sé… -me decía con la respiración un poco agita...

Mi amigo Ricardo y yo 3.

Cada vez se le veía un poco más alterado. Quería que dejara de pensar, que se relajara sino estaríamos así hasta el día siguiente y no conseguiría sacar nada en claro. Así que se me ocurrió una idea que podía hacer que se relajara del todo o liar el asunto aún más.

  • Ponte de pie, cierra los ojos y relájate –me levante, me puse enfrente de él y cuando cerró los ojos le besé. Le puse una mano en su cuello y con la otra lo agarraba de la cintura. Al principio no reaccionaba pero a los poco segundos me respondía al beso. Después de unos 30 segundos así me separé de él- ¿Qué has sentido?

Cuando me separé de él se quedó inmóvil, como petrificado pero con cara de estar pensando y como no decía nada le volví a preguntar.

  • ¡Eey Ricky! ¿Cómo ha ido, qué has sentido?...

Mi amigo Ricardo y yo 2.

Creo que yo si sentí algo más, por eso estoy rayado...

Días después de lo ocurrido, nuestra relación se enfrió un poco. Aunque delante de los demás nos seguíamos tratando igual cuando estábamos a solas se notaba una ligera tensión.

Por mi parte no había ningún problema con lo ocurrido, lo consideraba diversión con mi mejor amigo, es más, me gustó y lo repetiría siempre que pudiera, nunca en la vida había sentido un placer como el que sentí con la paja de Ricky. Pero al parecer el no opinaba lo mismo. Yo notaba que estaba rayado, que no tenía claro como pr...

Mi amigo Ricardo y yo.

Nunca pensé que la relación con mi mejor amigo podría llegar hasta tal punto...

Nunca pensé que la relación con mi mejor amigo podría llegar hasta tal punto.

Ricardo es mi mejor amigo desde que tengo uso de razón, vivíamos a una calle de distancia, hemos ido a clase juntos desde parvulario y, por suerte, nuestros padres se hicieron amigo y se llevan genial.

Ricky -odia que lo llamen así, soy el único al que se lo permite- era un chico bastante normal físicamente, lo que más destacaba de el era su cuerpo ligeramente marcado por el fútbol, cosa que solo se notaba si lo veías...