Mi amigo Ricardo y yo 4.
Le baje los pantalones y lo tumbé sobre su cama. Me quite los míos mientras él me miraba. Me tumbe encima...
- Ven, vamos a tu cama que estaremos más cómodos.
Lo llevé a su habitación cogidos de la mano, cuando entramos me gire hacia el mirándole fijamente. Me acerqué despacio y comencé a besarle la mejilla. Lentamente fui bajando con suaves besos hasta su cuello. Lo tenía agarrado por la espalda con un brazo y con el otro agarrado de su mano.
Antes de seguir me acerque hasta su oreja, sin parar de darle besos y le susurré:
- ¿Quieres que siga?
- No lo sé… -me decía con la respiración un poco agita...