La casa azul de la colina

Así fue mi primer dia de trabajo.

La casa azul de la colina

Cuando entré a trabajar en la casa azul de la colina el mundo se rajó a mis pies.

Llegaba cada día caminando por el acantilado bordeado de encinas y pinares que se dejaban lamer por el viento del norte y se inclinaban hacia el mar, besando la costa. El camino encrespado y el calor de aquellas mañanas de junio apresuraban los latidos de mi corazón, y las perlas de sudor humedecían mi rostro dejándolo pegajoso, húmedo igual que mi cuerpo, regordete y tan moreno como...

Después de la sesión fotográfica

Después de una erótica sesión fotográfica y tuve que hacer sexo con mi padrastro.

Después de la sesión fotográfica

Mientras aquella cuchilla fina y fría pasaba por mi sexo húmedo me preguntaba como había podido llegar hasta allí. Era la necesidad de tener algún dinero que fuera mío. ¿Para qué? Pues para comprarme cosas, ropa, libros, perfumes, barras de labios... todo aquello que podía hacer feliz a una chica de apenas veinte años, buena estudiante y a la que también le gustaba salir y arreglarse.

El dinero apenas llegaba a mis manos. El trabajo de mi madre era exce...

Al otro lado de mi ventana (II)

Esta es la segunda vez que me vi con mi vecino, y un amigo suyo.

Pasó el tiempo sin verlo. Ni en la ventana, ni por la escalera, y no verlo quería decir soñarlo, pensar en él, olerlo, sentir sus manos y todo su tacto sobre mí, palpándome, sintiéndolo, doliéndome por no verlo. Cada mañana despertaba humedecida, agitado mi dedo en mi sexo agotado, pero solo, inmensamente solo. Me despertaba casada de necesitarlo sin saber dónde buscarlo, y sabiendo que no debía hacerlo. Pero yo sólo pensaba en él.

Hasta que un día, no se cuanto había pasado desde aquella primer...