Una oportuna invitación

Después de aquella primera vez, que ya os relaté, hubo otras ocasiones para disfrutar viendo follar a mi mujer, como esta que os cuento hoy. Siendo una de las mas sencillas fue, sin embargo, buena entre las mejores, gracias a una oportuna invitación que sirvió para saborear el sexo de otra manera.

UN OPORTUNA INVITACION

Ya expuse, en un relato anterior a este, la gran experiencia de nuestro matrimonio en aquella inolvidable ocasión en que pude disfrutar viendo a mi mujer follando con otro por primera vez. Pues bien, como os dije entonces, se sucederían otras ocasiones. Las que vengo a relataros hoy fue una de ellas; quizá la más sencilla, desde la perspectiva de su carácter más o menos ordinario, es decir que no fue una de las veces especiales.  Pero creo que merece la pena contarlo, y a eso va...

De fantasía a realidad, el placer de verte follar

Después de tantos sueños, durante tantos años, despertamos en la mejor realidad: la sensación indescriptible de ver hacer a mi esposa lo que tantas veces habíamos imaginado. Nunca es tarde para conseguirlo.

Salvando cualquier hipocresía, y sin tener en cuenta la típicas moralinas de algunas películas, libros, revistas del sector erótico y otros medios que dicen ser atrevidos, pero que luego se someten a la moraleja final en la que se imponen ciertos prejuicios sobre la liberación sexual, me permito relatar un hecho real que solo con recordarlo me excita, y supongo que, a partir de ahora, releyéndolo me calentara aún más sabiendo que lo pueden leer otras personas que piensen como mi mujer y yo, o, lo que es mej...