Mi cuñadita Laurita (33)
Falsas ilusiones
Estaba parada frente a mi puerta, con aquel vestido que, a pesar de ser suelto, dejaban ver sus redondeadas formas que tanto placer me dieron, tantas veces, de las maneras más salvajes posibles, en los lugares menos pensados.
Tenía una sonrisa entre coqueta y maliciosa. Con sus manos en la cintura, quizás quería adoptar un posición enérgica o determinada, pero solo hacía crecer mucho más su busto que, era por demás apetitoso y con aquel leve escote me tenía hipnotizado.
Su enorme trasero seguía...