El sumiller
De como mi primer novio se convirtió en un experto sumiller, ¿sabéis de qué? (relato femdom)
Mi novio había quedado inservible y, sin embargo, se le veía feliz.
Estuvimos casi medio año con esa práctica ya rutinaria: penetración con la prótesis que le acoplaba a su inservible pene y ordeños los fines de semana.
Esa costumbre, con el paso del tiempo, empezó a generar en mí una cierta desazón, aunque no entendía lo que fallaba.
Yo era su diosa, poderosa y el artilugio que usaba para que me follara era brutal, por lo que no podía sentirme insatisfecha.
En aquellos tiempos, yo y...