Yo no canto [ I ]

Crónicas de un Adolescente.

Despertar nunca había sido tan doloroso. A duras penas conseguí erguirme un poco en la cama. No sabía donde estaba la pared y donde la puerta. Solo sabia que si no encontraba pronto el suelo, vomitaria sobre la manta.

Cerré los ojos durante unos segundos y respiré, absrobiendo la cantidad de aire necesaria para despejarme. Respiré aliviado y miré a mi izquierda. Entonces me percaté de la escena. Me encontraba en mitad de un salón, sobre un colchón, junto a Javi. A duras penas me levanté y busqué mi ca...