Mi esposo me pervirtió (III)
Si te gustan las historias de hembras casadas y calientes, creo que mis puterías te encantarán.
Después de la experiencia con mis compadres, mi lujuria siguió creciendo sin poder encontrar más satisfacción que el Chat y las páginas porno de Internet con las cuales me masturbaba yo sola.
Mi esposo me atendía poco, pues hasta la fecha mantiene relaciones con mi comadre y varias veces repetimos las reuniones matutinas en mi casa, aunque después comenzaron a verse a solas en un hotel cercano. Néstor me explicaba que ella prefería estar sola con él y que le seguía encantando ser enculada. Yo ac...