Con un policía motorizado

Cerré el portón y cuando pasé junto a el me agarra del brazo con sus enormes manos con guantes de piel y me dice, “Apúrate güey que no tengo toda la noche para cogerte”. No pude aguantarme, le agarré el paquete que traía entre las piernas y me dijo “Siente lo que te voy a meter cabrón".

El otro día iba en mi carro sobre Reforma y al llegar a la glorieta de la Diana vi a unos policías en motocicleta, voltee a verlos y me quedé mirando a uno en particular porque se veía bastante corpulento, además me llamo mucho la atención. Se puso el siga, avancé y el policía que estaba observando arrancó su moto, se emparejó conmigo, volteo a verlo en su motocicleta Harley con sus botas hasta la rodilla y su chamarra de piel y me dijo que me orillara. La verdad esto me asustó y me detuve.

Era un ti...

Prácticas profesionales en Oaxaca

Me acerqué hasta sentir la punta de su glande contra la abertura de mi ano y él me tomó por la cintura, jalándome hacia abajo, hacia su ansiosa verga que ya quería entrara en mí. Entró la cabeza y yo sentí una gran presión, dolor y a la vez enorme satisfacción mientras su pito entraba

Hace dos veranos tuve la oportunidad de hacer mi práctica de Hotelería en un hotel de la Ciudad de Oaxaca. Fue mi padre quien me consiguió el trabajo ya que, según él, Oaxaca era una ciudad de la que podía aprender muchas cosas.

Llegué al hotel como cualquier estudiante de Hotelería y fui pasando por distintos puestos. Fui limpia pisos, mesero, ayudante de Bell Boy, mensajero, encargado de recepción, agente de viajes, bar tender, jardinero y, en fin, muchas otras labores más. Creo que esa experiencia...

Así me follaron

Iniciaban ya sus escarceos puramente sexuales, cuando apareció una tercera persona. No muy alto, bien proporcionado, un angel castaño de ojos verdes, al que yo ya había visto. ¡Era Cristofer! Un amigo de la pareja, que les acompaño al aeropuerto a recogerme.

Recién terminada la carrera, sentí la necesidad de perderme unos meses fuera de México, así que tomé mi agenda y escogí las direcciones de aquellos a los que gustaría seguro el volver a verme. Dicho y hecho, después de los mails pertinentes, ya estaba en España, el país que acogió un año de mis estudios. Estaba unos días de visita en casa de unos amigos, en la capital cuando paso todo. Ellos regenteaban un bar de ambiente en el centro, y les había conocido casualmente en una de las fiestas de estudiantes de...