Sometido por Mónica

Quién me iba a decir que aquella chica más joven que yo me iba a enseñar con sus razonamientos tan convincentes, una nueva condición...

Como cada tarde, y como ya venía siendo habitual en mí, me dirigía caminando hacia la cafetería en la que me gustaba pasarme largos ratos inmerso en la lectura de un buen libro mientras saboreaba el excelente café que allí preparaban.

Sin embargo, este día no era como todos los días, algo cambiaba respecto a los que le precedieron. Me notaba algo inquieto. La verdad es que, desde que amanecí, me asalto la cuestión de por qué realmente yo acudía todas las tardes a la misma cafetería… si porque me...