Necesitada pero no tanto
Isabela va a una fiesta. Pero la fiesta se la hicieron a ella.
Isabela es una mujer normal de 45 años, casada y con tres hijos. Una típica madura de clase media, dueña de una tienda.
Su esposo es un industrial de más o menos su misma edad. Sin apuros económicos, pero igual su espíritu independiente la llevó a manejar su propio negocio.
Físicamente es una normal cuarentona, con el desgaste propio de los años pero de imponente cuerpo, avasallador. Redondeadas formas sin ser exuberantes. Erguidos pechos que, al no ser muy grandes se han mantenido firmes a pesa...