La noche de la realidad
La noche pasa y pasan cosas durante la noche. Delirante realidad de una calurosa velada de agosto.
A veces, follando con mi mujer, pensaba ¡joder, si ahora viene otro tío y me toma el relevo, a esta zorra todavía le quedaría energía para dejarlo fuera de combate al igual que ha hecho conmigo! Y es que a veces casi no hay modo de dejarla enteramente satisfecha; hasta el punto de que sospecho que los minutos que se encierra en el aseo tras el polvo los emplea para masturbarse.
Fantaseé con la idea de que dos hombres nos follásemos a mi mujer durante bastante tiempo. Pero sólo era fantasía...