El fin de mi vida
Como mi vida dejó de ser la de una estudiante y, tras ser detenida en una inocente manifestación, acabé en las terribles salas de tortura de la policía de mi país.
Le dolía mucho, estaba seca y sentía la porra del policía introducirse de nuevo en su vagina, empujaba brutalmente, igual que antes lo había hecho en su desgarrado culo. Un dolor insoportable subía hacia su barriga cada vez que la brutal mano empujaba el trozo de madera dentro de ella, como si la fuese a atravesar.
¿como había llegado hasta allí? una tontería, una pequeña manifestación universitaria, pero no estaban los esbirros del régimen para manifestaciones. Sus compañeros solo pedían la liberaliz...