Recuerdos de adolescencia (V). Experimentación

El Hondo se encuentra una buena sorpresa en casa. Y acaba conociendo más de si mismo.

El Búfalo meneaba el pil pil del bacalao que estaba cocinando con una maestría increíble, y es que todos sabemos en el pueblo que Gus es un cocinero estupendo. Le encantan los programas de cocina, y él se encarga de casi todo en su casa, haciendo además las labores del campo, puesto que sus padres están ya algo mayores, dedicándose a tiempo completo a ambos: labrador y cuidador.

  • ¡¡ Eso huele a gloria, Bufalete!! - Le dije dándole un cachete en el culo.

  • No me distraigas a ver si no me va a li...

Recuerdos de adolescencia (IV). Descubrimiento.

Las aventuras de Marcos continúan trayendo consecuencias, pero esta vez, Lili también hace un descubrimiento con una amiga de la infancia.

Recomiendo lectura de los anteriores capítulos.


Mientras entraba a la estación sabía que me esperaban dos días bastante largos. No era lo normal, ni mucho menos, pero le debía un favor a un compañero, y se lo había cobrado alargando el fin de semana. 48 horas de trabajo, que en otro momento no me hubieran importado lo más mínimo, pero con los cambios tan recientes en mi vida sexual, está vez se me iban a hacer eternos.

Cuando salía de casa, L...

Recuerdos de adolescencia (III). Confesión.

Yondi le cuenta a su esposa lo ocurrido con la cuadrilla la noche anterior.

Recomiendo leer la parte I y II. Esta parte de la historia es consecuencia de aquellas dos.

Agradezco sus comentarios y valoraciones.


Me desperté en casa de mi madre. Tenía algo de resaca, pero realmente lo que tenía era un lío tremebundo en la cabeza. Me había acostado con mi amiguete; aunque más que acostarnos, lo que habíamos hecho era follar como perros, literalmente, y en el campo. Y se lo tenía que contar a mi esposa....

Recuerdos de adolescencia (II)

La historia entre "el Búfalo" y "el Yondi" continúa. El segundo se va a dar cuenta de que esto le gusta bastante...

El Búfalo seguía a lo suyo, a darle fuerte a su duro y enorme pene, y a jugar con el mío, claro está. Estando de rodillas como estaba frente a mí, no me soltaba el miembro, y se esmeraba porque, aún después de mi corrida, no perdiera dureza. - ¿Qué pasa, que no me la vas a soltar en toda la noche? - pregunté. - No quiero que se te baje, quiero que me partas el culo... Y más con lo gorda que la tienes. Solo el hecho de que lo dijera ya me estaba poniendo cachondo, y poco a poco mi polla iba recuperando to...

Recuerdos de adolescencia

Resubo mi primer relato, ya corregido. Una cena con los viejos amigos del pueblo, recordando los juegos y experimentos de antaño...

Suelo ir al pueblo bastante, aunque tras casarme, me fui a vivir a la capital de la provincia, y acabo yendo menos de lo que me gustaría. Es un pueblo pequeño, perdido en el centro de la Mancha, y con algo menos de 500 habitantes, y sin mucho que hacer en invierno, a excepción de la labor del campo, sustento principal de sus habitantes. Pero es mi tierra, y para mí no hay mejor sitio en el mundo. Desde que nací, me he criado jugando por sus calles a futbol, con los chicos y chicas de mi edad, y aunque casi...