Mi madre me pide que le chupe las tetas y yo...
Allí solos, en aquella granja alejada, tal vez estas sensaciones se amplificaban, por la cercanía y el aislamiento, no podía saberlo con certeza, pero tal vez este ingrediente contribuía a que todo se desdibujara y las barreras naturales se levantasen...
De mañana, muy temprano aún, Tom se despertó en su cuarto. En su mente, un único pensamiento lo atormentaba: «¿Hasta dónde llegaría todo esto? ¿Hasta dónde sería capaz de llegar con su hermana y con su madre?».
Se sentía al borde del precipicio, pues pensaba que estaba violando en cierta medida las leyes naturales no escritas: No te acostarás con tu madre y tampoco con tu hermana. Rezaba esa ley en su conciencia.
Pero todo era tan excitante, tan morboso y tan placentero, que la ley anterior se d...